sábado, 8 de octubre de 2011

Una niña escurridiza (10)

Confundida, no sabía realmente lo que pasaba. Pero aun así Isabella tenía que seguir con su camino para cumplir el destino…

¿Dánae… seguro que te pidió esto? –Pregunto David extrañado-

¿Cómo me dijiste? –Decía Isabella mirando a David fijamente-

¡Isabella! aun no entiendo cómo me puedo confundir. Aquí llegamos esta es la dirección de ese tal Bardón que te dijo Dánae que había que conseguir –Decía David mientras bajaba del caballo a Isabella-

Tocamos la puerta muy dudosamente ya que no sabíamos que esperar.

No hay nadie –Una respuesta atrás de la puerta-

¿Qué? –Expreso Isabella confundida-

¿Quién diría que no está? Em… ¡tumbare la puerta! –Expreso David-

No, ya... aquí estoy, pensé que eran otro tipo de personas o cosa, pasen –Respondió una dulce niña adolescente-

David e Isabella se vieron con caras extrañas y la mirada triste de aquella niña.

¿Vienen a buscar a mi hermano verdad? –Pregunto la niña-

Oh, ¿se llama bardón? –Pregunto Isabella-

Si… me lo imaginaba siempre lo están buscando, pero en este momento está trabajando en una cosecha con mis padres –Respondió aquella niña con un suspiro-

¿Siempre lo están buscando? Suena importante –Decía David con una mirada indiferente-

En realidad es por su gran tamaño, hay personas que nos quieren hacer daño al pueblo, y él defiende a todos –Decía la niña con miedo en su voz-

Esto me parece muy extraño –Dijo David pensativo-

¿Que piensas david? –Decía Isabella-

De pronto, escuchan grito con un término abrumador que podía asustar a todo que oyese este.

¡No! –Grito la niña preocupada-

Todo se torna gris y desesperado. Al salir del humilde hogar notaron que estaba repleto de desagradables esclavos hambrientos.

¡Esos son mis padres y hermano! Ayúdenlos porfavor –Manifestó la niña con lagrimas en los ojos-
¡Ten cuidado david! –Grito Isabella preocupada-

Son los mismos esclavos de aquel encuentro con mi padre, hambrientos de carne humana.

Una niña valiente que quiso ayudar a su pequeña familia, pero no podíamos permitir que muriera de una forma tan cruel.

¡Te ayudaremos! No mueras, hazlo por tu familia no quisieran esto –Decía Isabella con fuerza-

Ya, no se compliquen yo los ayudare –Decía David en tas pocas palabras-

En el lugar había hombres, mujeres y niños que necesitaban de una ayuda mas allá de no ser devorados, se podía ver en sus ojos la tristeza de la soledad.

Se sintieron asombrados al ver que David se acercaba como si nunca nadie los haya ayudado.

El hombre llamado Bardón con la característica física de su peso, mira a david un poco sorprendido pero no puedo parar ya que esta contra el monstro.

Detener al gran obstáculo hambriento, pero estos comenzaron de su boca botar saliva burbujeante y de un momento a otro sus ojos cambiaron de un color oscuro a uno tan claro como el agua cristalina.

Todos quedaron sorprendidos y asqueados por lo que ocurría.

Los hambrientos esclavos se comenzaron a comerse entre sí muy rapidamente y formando así un ser mucho más repugnante.

¡Oye… gordo! Si te era difícil con un esclavo... creo que negarte a una ayuda contra este fenómeno no sería buena idea ¿no crees? –Expreso David con palabras de ironías-

Bardón quedo sorprendido y sin decir palabras decidieron proceder a atacar juntos.

Una gran masa de esclavos digeridos por uno de ellos lo había convertido en un ser poderoso, siendo así fue difícil acabarlo. Este comenzó a comerse todo a su paso.

Una niña oculta debajo de una pequeña casa sola fue una de las víctimas, así procediendo con otros hogares y padres de Bardón y su hermana.

Por varios instantes ocurrió algo sorprendente, nadie del lugar se podía mover, ni siquiera aquel aterrador fenómeno.

Esto ocurría por algún tipo de poder.

A lo lejos del horizonte, una voz serena de canto se escuchaba, una persona con un vestido blanco y una esfera escandalosa.

De pronto miro hacia el gigantesco esclavo hambriento y este comenzó a derretirse por un calor que solo lo perjudicaba a él.

Momentos después había desaparecido…

¿¡Qué!? –Expreso David extrañado-

Bardón estaba herido en un brazo y era conveniente ayudarlo de una manera próxima.
Todo se logro calmar…

No, no hubo sobrevivientes aparte de ustedes… ese asqueroso esclavo comió todo lo que pudo -
Decía David con una mirada pensativa-

David… ¿Qué piensas de ese ocurrido tan extraño de cómo murió? –Pregunto Isabella-

Era una mujer la que cantaba… -Decía David mientras volteaba a mirar a Isabella-

Crees… ¿Crees que era Dánae, verdad? –Decía Isabella con una leve tristeza-

La niña desconsolada lloraba porque sus padres no se encontraban con vida y su única familia viva era su hermano, Bardón.

Aurisel, hermanita… estaremos bien –Decía Bardón mientras miraba con rabia a lo perdido del hogar-

Y ahora que haremos, no tenemos nada –Decía Aurisel preocupada-

Tú te quedaras en el templo con las monjas que nos cuidaban cuando nuestros padres no podían, yo seguiré un camino diferente -Decía Bardón-

¿Se separaran? Bardón porque no la traes con nosotros, no puedes dejarla… -Decía Isabella sin terminar sus últimas palabras-

Isabella pero que dices, eso sería peligroso… creo que algo te está afectando –Decía David-

Cierto… como puedo pensar que esa niña venga con nosotros, será por la herida de a verme separado de mi hermana cuando estaba muy pequeña –Pensó Isabella con tristeza-

El Gran Templo Kletore, ¿seguro que es aquí? Esto pareciera un ancianato, donde por cierto sería bueno que estuviera aquí nauru… -Expreso David con un tono de risa-

David no es tiempo de bromas… se debe sentir muy triste quedarse sola, sin nadie que conozcas –Decía Isabella-
Un poco más lejos, Bardón y su hermana Aurisel estaban hablando con una de las colaboradoras del templo para recibirla, pero por las quejas Bardón tuvo que salir rápido del lugar.

El camino para regresar al hogar de Nauru estaba empeorando ya que estaba comenzando anochecer.

Se podía ver como los animales buscaban un lugar cálido para dormir y el cielo se oscurecía sigilosamente.

¿Tenemos que dormir sobre rocas, no hay otra cosa mejor? –Reprocho Isabella-

Si quieres pídele a Bardón que te presta la cama de su barriga ¿quieres? –Decía David sin abrir sus ojos del cansancio-

Porque mejor no te tiras a un lago, así si sería mejor –Decía Isabella con un leve enojo-

¿Luego quien te salva cada vez que hagas algo torpe? –Decía David-

Oigan… ¿siempre están peleando? –Pregunto Bardón incomodo-

¡NO! –Respondieron en forma de coro David e Isabella-

Luego, escucharon un raro sonido atrás de los arbustos, pero al parecer era una ardilla.

Lo que faltaba una ardilla –Decía Isabella como últimas palabras de la noche-

El sol salió conjunto a un cielo azul y mariposas volando por los aires, también las flores parecían estar mucho más hermosas.

Siguiendo el camino, Isabella tropieza con una piedra y cae frente a arboles con vista de donde lejos se podía ver un gran castillo.

David y Bardón ya estaban un poco más adelantados que Isabella…

Oye, porfavor no digas nada... –Se oye una voz atrás de algunos arbustos-

¿¡Que haces aquí!? No puedes hacer esto… sería peligroso, yo sé lo que sientes –Expreso Isabella-

Una presión en mi corazón y ganas de hacer un mar con mis lágrimas que de mis ojos quieren salir, pero la necesidad de ser fuerte quiere surgir porque no puedo hacer nada para cambiar lo que ha pasado –Manifestó Aurisel con una expresión en su rostro de dolor-

Pero está en riesgo tu vida –Decía Isabella-

¡Isabella, no tenemos todo el día! –Grito David repentinamente-

¡Enseguida estoy ahí! –Contesto Isabella-

Entonces… ¿puedo ir con ustedes? –Decía Aurisel con una expresión inocente-

Si… ya devolvernos para dejarte en el templo seria mucho trabajo –Decía Isabella-

Una cosa… estabas viendo el castillo, ¿has entrado alguna vez? –Decía Aurisel con curiosidad-

Lo vi por casualidad… tiene que ser un reino poderoso ya que ese castillo es grande –Decía Isabella sin quitarle la vista al castillo-

Lo es… siempre vigilan esta zona por la mañana, nos puedes encerrar por caminar por tierra privada. Hay que avisarles a David y a mi hermano –Decía Aurisel con preocupación-

Preguntaran como lo sé, y no me creerán –Decía Isabella angustiada-

Yo iré contigo -Decía Aurisel-

¡ISABELLA! –Un grito con eco por larga distancia-

Isabella y Aurisel corrieron para acercarse a aquel ruido… estaban rodeadas de soldados que estaban por todas y cada parte del lugar.

lunes, 29 de agosto de 2011

El nuevo rostro (9)

Esperando que caiga la lluvia y rose mi cuerpo como les pasa a los arboles que se mueven de un lado a otro gracias a la suave brisa. Cierro los ojos para que al abrirlos no haya más miedo y temor –Decía Dánae sentada en un jardín-

Yo puedo hacer que llueva conjunto un ambiente nublado y luego pare y haya luz, en realidad lo que tú pidas Dánae yo cumpliré. Simplemente tú realiza pronto lo que debes, ya que morirás y no me servirás de nada. Tus amigos y David estarán tranquilos y a salvo –Manifestó Sidekick mientras se sentaba sigilosamente a su espalda-

No seas descarado, yo solamente quiero verlos por última vez, cumpliré –Decía Dánae con tal seriedad sin mirar atras-

Lo que tú quieras –Así desaparece Sidekick en/con un gran eco de estas últimas palabras-

David tiene que recuperar el sello de la vida antes que muera y… -Sin Dánae terminar su pensamiento-

¡Dánae! Que gusto encontrarte y que estés bien, pues, David y yo estábamos buscándote por todas partes –Decía Isabella con una gran sonrisa-

Isabella necesito hablar contigo… pero cosas que en este momento es mejor que no esté David –Decía Dánae mirando fijamente a Isabella-

Dánae pero que es tan complicado que solo me lo puedas decir a mí –Pregunto Isabella extrañada-

Yo me tengo que ir muy pronto y tú… eres la única que puede lograr defender –Decía Dánae-

Dánae… porque dices que te vas pronto ¿lo dices por tu enfermedad? Pues puedes luchar para que se prolongue… o recuperar esa dichosa “sello del alma” que me habías hablado con tanto anhelo una vez –Decía Isabella-

Isabella no se trata tan solo de eso… aunque sea más fuerte no quiere decir que tu no puedas mejorar… y el padre de David quiere utilizar eso a su favor –Decía Dánae un tanto alterada-

Dánae estas aquí y juntas vamos a poder con esos temores -Decía Isabella con un leve entusiasmo-

Isabella te quiero mostrar algo… -Decía Dánae cambiando el tema mientras cerraba sus ojos-

El lugar tenía hermosas flores con retoños en todas partes que la hacían aun más espectacular.
El ambiente era cálido y un poco oscurecido con un frondoso lago.

Aquí, David y yo tocamos nuestros labios por primera vez… nunca olvidare ese momento –Decía Dánae mientras caían lagrimas repentinamente-

¿Porque lloras Dánae? –Pregunto confundida y distraída por el paisaje-

Momentos en que te acuerdas de algunas risas del pasado, y te das cuenta de eso mismo era… un pasado y que ahora no tienes la dicha de volver a vivir algo igual y de pronto ese recuerdo que en tu presente por un momento te hace sonreír pero después tiendes a sufrir.

Hablas como si no lo pudieras seguir viviendo –Decía Isabella preocupada-

Has algo por mí Isabella. Necesitas buscar a un hombre llamado bardón, el te ayudara mucho en tu camino. También debes Perdonarme por lo que hare… –Decía Dánae mientras se acercaba lentamente a Isabella-

¿Perdonarte que cosa? –Pregunto Isabella extrañada-

Dánae se acerco a Isabella mientras la miraba fijamente y a pocos segundos la empujo al lago con la misma fuerza en que decidió ahogarla.

¡No, porfavor Dánae! -Pudo decir Isabella como últimas palabras y respiro-

La esfera que tenia Isabella apareció repentinamente conjunto a eso Dánae hiso aparecer otra tipo de esfera pero esta vez su interior con una forma distinta.

Lo último que ocurro fue Dánae sosteniendo una escandalosa esfera ardiente, y como todo el lugar se iluminaba por esta.

De pronto llega David abrumado por tal manifestación.

¿¡Como pudiste hacer esto!? –Pregunto David impactado-

La esfera escandalosa había desaparecido conjunto a Dánae, tan solo había quedado Isabella dentro del lago.

Después de lo ocurrido David miraba repentinamente el lugar y con eso la miro fijo.

¡Dánae, despierta porfavor! –Decía David con desesperación-

De pronto abre sus ojos brillantes y ve a David enfrente de ella, así muy dulcemente diciendo su nombre: David.

David al percibir que despertó llevo su emoción a besarla.

Erizada la piel, Como una sensación que te congela por un momento y te hace pensar que el tiempo está entre los dos. Sus labios suavemente se movieron respondiendo el beso de david.

Pero… ¿Qué haces david? –Decía Isabella con pocos alientos-

Otras veces no habías dicho nada, igual perdón fue el impulso, estaba preocupado y actué así -Explico David extrañado-

¿Dánae? -Pensó Isabella impactada-

En un acumulo de gotas que estaba cerca de ellos dos, Isabella pudo notar que ya no era la misma.

Cae arrodillada es un charco de depresión mientras se pregunta que estaba pasando.

¿Dánae que te pasa? -Pregunto David preocupado-

¡No me vuelvas a decir Dánae! –Grito desesperada- soy Isabella, David… y no sé porque tengo la mirada de Dánae, no sé porque tengo mayores rasgos en la cara, si antes me parecía a ella… ahora soy tal a su semejanza -Decía Isabella con una mirada perdida-

¿Isabella? pero que dices a ella la encontré al lado del lago con una rara esfera y una mirada hacia mi diferente –Decía David-

¡Ella me había invitado a ir a este lugar, después pasó lo ocurrido y desperté con un rostro diferente! –Decía Isabella sin moverse completamente, por la forma como se sentía en el momento-

Y... ella con el tuyo, entiendo eso, lo que no entiendo es porque lo hiso, Dánae está haciendo cosas que simplemente no puedo comprender –Decía David con una leve rabia en su cara-

miércoles, 3 de agosto de 2011

La primera prueba de Isabella (8vo capitulo)

La mejor forma de hacer las cosas es sintiéndolo y David logro hacerlo gracias a Dánae, talvez hoy sea un día diferente y no todo dependa de mi solamente ya que Dánae ha vuelto.

¡Isabella! está listo el desayuno –Grito– Oh, ya estás en la mesa, ahora aquí pararse temprano se hiso constante –Decía Nauru un poco extrañada-

Em, en realidad es que ayer no comí bien y… -Apenada- ¿Cómo que se hiso constante? -Decía Isabella con curiosidad-

Ya me parecía raro tanta tempranería, y bueno lo digo por David y Dánae que fueron a recolectar frutas de los arboles mucho más temprano –Decía Nauru con un sonrisa-

Ah, ¿yo podre devolverme a mi hogar? –Pregunto Isabella con entusiasmo mientras se servía un plato de comida-

Lamentablemente no… necesitas conversar con Dánae, pues, necesitas saber algunas cosas esenciales –Decía Nauru pensativa-

Está bien Nauru, hare lo posible –Decía Isabella con un suspiro-

Personas que trabajan para poder vivir y mantener a su familia, pero talvez no sepan lo que en realidad procederá en este mundo.

¡Isabella, que gusto que hayas pasado por aquí! si venias hablar con david el está recolectando frutas… -Decía Dánae con una sonrisa emprendedora–

No… a él no, alcontrario de eso vengo a hablar contigo –Decía Isabella con una sonrisa-
Que bueno que quieras hablar conmigo, porque ese también es uno de mis deseos en este momento -Decía Dánae con una voz firme-

¿Qué quisieras hablar conmigo? Lo que nos puede unir en este momento seria las habilidades que tengo que aprender –Decía Isabella extrañada-

De eso te quiero hablar… de algo más que nos une y de tus habilidades –Decía Dánae mientras sentaba a Isabella en el piso verdoso junto con ella-

Algo más que nos une… –Pensó Isabella sorprendida-

Hablo de luna de sol… de la esfera que traes contigo siempre, el padre de david la quiere por sus grandes poderes ya que fue un regalo de tu padre Isabella… para protegerte.

¡Mi padre! –Pensó Isabella impactada-

Tu padre fue un gran guerrero y formulo esa esfera, pero no la tenias directamente ya que quería protegerte en aquel mundo, pues, por ser parte de tu hermana me correspondía guardarla –Contaba Dánae mientras le mostraba en la mano de Isabella esta esfera-

¿Y que tendré que hacer con esta esfera? –Decía Isabella pensativa-

Yo te ayudare con tales habilidades… Ven te mostrare tu primer obstáculo para vencer –Decía Dánae con entusiasmo-

¿Ahora mismo? –Decía Isabella preocupada-

¡Llegue! Ahora si Isabella… veamos de que puedes ser capaz –De pronto decía David con en manos unos pañuelos-

¿Pañuelos? –Pregunto Isabella confundida-

Si pañuelos… lo que necesitabas Isabella –Decía Dánae mientras rosaba su mano con la de David-
Bueno, estoy preparada díganme que tengo que hacer –Decía Isabella con un entusiasmo aun confuso-

Un lugar que no había visto a simple vista, como montañas que se ocultan entre ellas mismas y grandes...

¿Huevos gigantes? Que clase de broma es esta -Decía Isabella impactada por lo que veía-
Es mejor que hagas silencio si no quieres despertar a todos los huevillos dormidos, solo necesitas al más grande y… matarlo –Decía David murmurando-

Y… ¿que tipo de huevos son? –Pregunto Isabella extrañada-

De mujeres lagartijas, solo el más grande claro los otros son mucho más indefensos por decirlo así… –sonrisa- tranquila si mueres en este lugar, yo mismo organizare todo para tu despedida –Decía David con un tono de risa-

No entiendo la risa -Molesta- ¿Qué quieres decir con “por así decirlo”? sabes prefiero no saberlo, ¿y como con la luna de sol la destruiré? -Decía Isabella confundida-

Muchas preguntas Isabella… acércate a ellos, ¡ve! –Decía Dánae mientras se retiraba del lugar-
¿Iras a descansar? –Le pregunto David a Dánae-

Sí, creo que me alejare un poco de esto –Decía Dánae sin voltear atrás y camino adelante-

Isabella ve… yo estaré a tu lado si te pasa algo, no es tan difícil vencer esa lagartija –Decía David pensativo-

David… -Sorprendida- Docenas de huevillos, pero el más grande estaba a lo lejos del horizonte –Pensaba Isabella mientras miraba a la dirección en que se encontraban-

David me decía que estaba conmigo, pero en realidad yo sola tenía que enfrentarlo.

Lento y silenciosos pasos a seguir para lograr acercarme a la gigantesca lagartija, que a pesar de que no había nacido y estuviera protegida por una cascara, tuve que envolverla con los pañuelos para que de esta forma se calentaría y despertara rápidamente.

Después de segundos pude oír como la cascara se quebrantaba. Me asuste y aleje de ese lugar, pues, me oculte al lado de uno de los huevillos…

¡Se despertó repentinamente!, pero actuaba muy raro como si estuviera ciega ya que miraba bruscamente hacia los lados desorientada. Su cuerpo era largo, fino en la parte de su cola y de su boca brotaba un acido de color verde escandaloso.

Se dio cuenta de una presencia extraña en sus huevillos, tuve que suponer que esa presencia extraña era yo ya que había invadido en su espacio, por eso decidí alejarme hasta saber que podía hacer con la luna de sol… aunque dude en utilizarla y tratar con los poderes sobrenaturales que tenia.

Ya era inevitable, tenía que correr huevillo entre huevillo. Se acercaba rápidamente y el miedo había invadido mi mente y no podía pensar bien mis movimientos, pero insistía en que a esa lagartija le pasaba algo.

Una gigantesca porción de saliva de la boca de esa lagartija fue tirada al azar en el aire, pues, esta se dividió en todo el espacio que se encontraban sus propios huevillos. Su cascara había protegido estos huevillos, en cambio en mi mano fue herida fuertemente y quemada, instintivamente david se acerco a mí para ayudarme.

¡Esta lagartija era ciega, veo que no puedes hacer nada sola! –Decía David con una leve molestia-

Perdo… –Sin Isabella poder terminar sus palabras-

¿Todo esto para…? Por culpa de tu miedo estas herida... en la mano –Decía David con tal seriedad-

David decidió alejarse con Isabella entre manos de ese lugar. Total que este fenómeno solamente quería cuidar a los huevillos y estos mismo despertaron e interrumpían el paso de Isabella y David.

Se preocupo por mí… talvez simplemente porque me necesita, o bueno necesita de dánae también –Pensamientos de Isabella en el transcurso de proceder a retirarse-

Malditos huevillos, no puedo moverme con tanta facilidad… Isabella tendrás que caminar pero con cuidado, no quiero que te hieras mas –Decía David mirando fijamente a Isabella-

De pronto sentía fuerza. Fuerza de que David me haya alentado de esa forma y sentía necesidad de hacer algo bien.

¡David detente! –Grito Isabella-

David se quedo sorprendido, mientras que Isabella fuertemente detuvo sus pies y frente a ella Luna de sol con su brillo paralizo el lugar y envolvió las manos de Isabella en sangre, así, envolviendo a esta misma quedando Isabella perplejada por esta acción… Esta sangre se desplego de la esfera y como una lluvia acida derritió todo que estuviera a su alcance incluyendo a la gran mujer lagartija.

Esto debilito a isabella pero indudablemente fue un acto de valentía.

Isabella, que gusto que hayas llegado ¿Cómo te fue? –Decía muy contenta Nauru-

Le fue bien, creo que algo tuvo que aprender de tal influencia como yo ¿no? –Decía David presumiendo–

Si, y tu gran optimismo al principio ¿no? –Decía Isabella mirándolo con palabras de doble sentido y gran expresión-

¿Y Dánae? –Pregunto David mientras miraba hacia los lados-

De pronto, la sutil puerta se abrió conjunto a una leve brisa. Dánae corrió abrazar a Isabella, sabía que lo había hecho bien.

Oye ¿Por qué te pones así? No fue tanto lo que hice –Decía Isabella con una gran sonrisa-

Jaja, por supuesto Isabella –Decía Dánae con sentimientos muy alegres-

Irónico ¿no? Yo pensando al comenzar el día… que hoy no sería un día especial para mí.

domingo, 31 de julio de 2011

El reencuentro (7)

Sin pensarlo dos veces nos devolvimos a encontrarnos con Nauru y todo aquel lugar.

Después sentí cansancio caminaba más lento, pues, no había dormido bien por el sueño extraño que tuve.

Móntate en mi caballo… yo caminare –Decía David sin aun mirar a los ojos a Isabella, pero con una voz más dulce-

Isabella extrañada se monta en el caballo sin palabras…

Fue tan dulce que dejara que yo montara su caballo y el caminara tan largo paso hacia el lugar donde se encuentra Nauru –Pensaba Isabella mientras que con una mirada tierna miraba a David-
Un largo camino, sin más miradas y cruses de palabras.

Isabella, ya llegamos -Extrañado porque podía oír raros sonidos dentro del hogar de Nauru- Quédate aquí Isabella - Decía David-

¿Qué pasa David? –Pregunto Isabella mientras se acercaba a la casa de Nauru-

Su frágil cuerpo casi desnudo acostado en una camilla siendo curada algunas heridas por Nauru… era Dánae.

Que… ¿Qué le hicieron? –Pregunto David con tristeza en sus ojos y rabia al mismo tiempo-

No se David, la vi caminando sola, desgarrada y maltratada tirada en los prados, me di cuenta de lejos de esto y decidir acercarme… era ella –Decía Nauru con tristeza-

Una de las sensaciones más grande que he sentido en mi vida, la euforia.

Dánae trataba de pararse muy lentamente y con dificultad… cuando abrió sus ojos pudimos notar una leve diferencia, ya que estaban sin el mismo brillo llamativo y una mirada perdida.

David… ayúdame a levantarme, quiero estar a solas contigo -Decía Dánae sin poder respirar bien; mientras trataba de pararse-

Ah… está bien Dánae, si eso es lo que pides lo cumpliré –Decía David con un tono de voz bajo; mientras la ayudaba a levantarse muy delicadamente-

Había vuelto, y no sé porque sentía como algún tipo de tristeza… aunque al mismo tiempo felicidad porque volvió y todo será mejor –Pensó Isabella-

Se fueron alejando poco a poco a lo oculto de los arboles.

Yo me quede sentada al lado de Nauru, estábamos sin cruzarnos palabras y miradas. Lo que pensaba era como Dánae apareció repentinamente.

Nauru, ¿Qué cree que hacen ellos? –Decía Isabella pensativa; tratando de quitar el silencio absoluto-

Oh, no lo sé Isabella… pero puedes averiguar ya se está atardeciendo y con el estado que se encuentra dánae es mejor que descanse –Decía Nauru mientras bostezaba-

¡Claro! yo voy –Decía Isabella con intensiones de curiosidad-

Isabella se acerco lentamente, no quiso interrumpir bruscamente su reencuentro. Entre tantos arboles pudo oírlos hablar por eso espero atrás de uno de estos.

Pude notar que estaban abrazados, Dánae tenía una mirada muy rara…

Ya que después de unos segundos no escuche que seguían hablando pude asomarme y en eso estaba Dánae con un cuchillo a punto de atravesar a David por la espalda.

¡David, voltéate! –Grito Isabella con desesperación-

Isabella ¿Qué haces aquí? –Decía David extrañado-

Segundos después David se percato de lo que pasaba y empujo a Dánae, este recibió una cortadura en el brazo por el cuchillo que cargaba Dánae.

Dánae se vio levantada de una forma muy rara, pues, sus pies no tacaban el piso, su mirada estaba hacia abajo y sus brazos sin fuerza.

¿Por qué hiciste eso Dánae? –Pregunto Isabella extrañada y con un tono de molestia; mientras se acercaba a ella-

Este títere que hice de Dánae es tan basura… así como tú David –Una voz de los tantos arboles-
¡Eduard, dime donde tienes a Dánae! –Decía David con rabia; mientras que sacaba lentamente su espada-

De pronto el títere que tenía el parecido con Dánae se esfumo.

Con gusto David, te mostrare a la verdadera Dánae –Decía Eduard mientras salía de la oscuridad de los arboles-

Parecía desmayada con los ojos entrecerrados, decaído todo su cuerpo y sangre en la ropa que cargaba.

Por segunda vez David, el intercambio entre Isabella y Dánae es lo único que necesito para dejarlos en paz ¿no es eso lo que quieres? –Decía Eduard–

Isabella fue manchada con gotas de sangre de Dánae ya que se encontraba relativamente cerca de ella.

¿Intercambio? –Se pregunto a si misma Isabella-

La luna de sol aparece en un resplandor de la mano de Isabella reflejándole lo que fue un sueño olvidado.

¡Mi sueño decía que esto era una trampa, y que la muerte de aquel hombre seria segura! –Pensó impactada- ¡no! David… no has de hacer caso a esas palabras maliciosas, estas son mentiras… el sueño que tuve se trataba de que esto fuera una trampa -Grito Isabella hacia David-

Que peculiar muchacha… tanta excusa para salvarse –Decía Eduard con un tono de risa-

Isabella, como veía que David estaba muy pensativo decidió actuar por sí sola.

Ser fuerte… grandes palabras de dánae –Pensó- ¡Yo lo haré también! -Decía Isabella con fuerza mientras con sus manos quitaba así a Dánae de Eduard-

Como un acido que derrite el hierro… eso paso al Isabella arrebatar de las manos de Eduard a Dánae.
¿Dánae estas bien? Reacciona… -Decía Isabella preocupada-

Que muchacha tan entrometida –Decía Eduard con furia mientras se acercaba a Isabella y Dánae-

David al percatarse de esto accede a ayudarlas, pero varios monstros de muchas formas y sentidos de la palabra horrible y repugnante se acercaban a él rápidamente con de sed de sangre, así, impidiéndolo.

Siempre aparecen esas cosas tan desagradables –Pensó Isabella mientras abrazaba a dánae-

Dánae abre levemente sus ojos y con su sangre revuelta al aroma de Isabella pudo lograr hacer algún tipo de campo protector que impidió el ataque de Eduard.

¿¡Qué es eso!? Dánae esta, yo mismo te las hare cobrar –Decía Eduard con molestia mientras se retiraba del lugar-

Los monstros que luchaban contra David fueron poco a poco destruidos y desangrados por toda la zona verde.

David limpio la sangre de esos monstros de sus manos para tocar las de Dánae. La sintió después de varios dias en su ropa, el olor a ella y su gran energía.

Isabella simplemente quedo a un lado, pero con tranquilidad de que no fue la muerte de algunos de ellos mismo.

martes, 26 de julio de 2011

Como un día normal (6to capitulo)

La función de aquella esfera que había dejado “olvidada” Dánae era un misterio; por su forma en el interior parecida a una luna ya que se podía observar una superficie rugosa e inestable, tenía un brillo escandaloso como su presencia en cualquier lugar, pero esta luna era diferente por su color, pues, este era rojizo.

Nauru le pidió a Isabella que regresara a su mundo de origen sin haber extendido explicación alguna, mientras que David no estaba a la vista, es decir, no se despidió de ella.

Había extrañado de mi mama y amigos, eran lo único que tenia. Cuando murió mi hermana y papa, estaba tan sola no tenia con quien compartir ni jugar, pero eso me hiso más fuerte –Estos fueron pensamientos de Isabella al momento que regreso de aquel hoyo-

¡Lista para el desayuno! Buenos dias mama -Decía Isabella contenta; gruñía su estomago-
Hija, que alegría que hayas vuelto -Decía la mama con una sonrisa-

Mama a mí también, pero, ¡tengo hambre! y llegare tarde al colegio hoy -Decía Isabella; buscando algo para comer-

¿Iras hoy al colegio? Explícame que pasó para que volvieras como si no pasara nada allá –Decía la mama extrañada-

Bueno… mama te explico después –Apresurada- Mi mama es de unas pocas, pues acepta mi destino en aquel mundo que a mis estudios en este -Pensó Isabella-

¿No hay remedio contigo, verdad Isabella? –Decía la mama; mientras le daba a Isabella su desayuno para llevar-

Te quiero –Como una forma de responderle- Gracias, adiós. –Decía Isabella de una forma rápida-

En los dias normales que Isabella proseguía ir al colegio y se topaba con Katherine ya que era el mismo camino a seguir (el colegio).

¡Isabella! –Con tal emoción- pensé que no te vería nunca más -preocupación- Guaco ha preguntado por ti –Decía Katherine mirando a isabella y con palabras de doble sentido-

¡Hola Katherine!, en realidad no pensaba en venir… -Con un tono de sarcasmo- Jajá, claro que no aquí estoy, volví –Sonrisa- ¿Guaco pregunto por mi? –Decía Isabella sorprendida y apenada-

Sabía que volverías por mí -Tono de risa- y si Guaco fue muy amable en preguntar –Sonrisa- Oye, te acompaño al colegio caminando, pues, el autobús que me transporta al colegio se daño, así aprovecho y te cuento que ha pasado en las clases –Decía Katherine –

Jajá, ¡estupendo! –Decía isabella con gran expresión en su rostro-

Un lugar como cualquier otro, pocos árboles mas edificios; de esto estaba rodeada Isabella, sonidos de autos, lugares cotidianos, ir al colegio era algo matutino.

Llegando al colegio.

¡Isabella, que bueno que volviste justo en un examen muy importante! ¿Cómo estás? -Decía Cindy; una de las mejores amigas de Isabella-

Bien –sonrisa- ¿¡Que!? Examen, no sabía… - Reacciono de pronto- creo que nadie se preocupo por decirme –Decía Isabella mientras miraba a Katherine fijamente-

¡Ay perdón Isabella se me había olvidado avisarte de este examen! - Decía Katherine con un tono de lamento-

¡Ahora que hago! –Pensó Isabella con desesperación-

Sonó el timbre de entrada.

Una hoja de examen, lápiz, borrador y una mente sin conocimiento de tal examen. Isabella se sentía frustrada ya que al ver a su lado todos contestaban con gran facilidad.

Al terminar el examen, con una cara de indignación tuvo que entregarlo al profesor y este no le vio con buena cara.

El día transcurrió en el colegio de una forma con poco ánimo, ya que Isabella era una buena estudiante y se sentía agobiada por la baja de nota que le pudiera producir este.
Al dirigirse al hogar de Isabella.

¡Isabella, espera! –Grito Guaco con una sonrisa-

Hola guaco –Decía Isabella con poco entusiasmo en su voz-

Me contaron que… habías salido mal en tu examen –Decía Guaco apenado-

No se ha de esperar más de Katherine y Cindy –Pensó- Si, pero fue porque tuve problemas y no pude estudiar para este examen –Decía Isabella apenada-

Tranquila isabella no te vengo a reprochar ni nada a lo que se le parezca, simplemente quise dejarte un detalle –Decía Guaco con una voz apenada y sonrojado; pues este regalo era una caja de chocolates-

¡Gracias! Eres muy amable por este detalle, y también por preguntar por mí cuando no estaba –Decía Isabella sonrojada-

Katherine y Cindy ¿no? –Pregunto Guaco un poco incomodo-

Si… -Decía Isabella Apenada-

Jajá, hasta luego Isabella – Decía Guaco con una gran sonrisa-

¡Claro! Nos veremos… –Decía Isabella olvidándose por un momento de todo con tal alegría-

El sol se oculta dejando paso a la luna, pero antes, un hermoso atardecer.

Al llegar Isabella a su hogar, no piensa más que en ir a su cuarto a descansar.

Isabella sienta cómodamente todo su cuerpo en la cama, sus hombros se relajan y se inclina a un lado la cabeza del cansancio.

La luna de sol es una esfera que tiene mucho poder, esto se puede percibir por su escandaloso brillo. Puede saber los más profundos pensamientos e inconcientes de las personas.

Decidir entre una y otra pareciera rutinario, es decir, la muerte de una seria la salvación de la otra, pues, esto es más que un fraude, una trampa para obtener a las dos… una emboscada y la muerte de aquel hombre será segura.

Se despierta Isabella perplejada.

Isabella no sabía porque entendía eso que en su mente perturbaba sus pensamientos.

Con una ventana al lado de la cama, fue inevitable encontrarse con tal manifiesto. La luna llena en todo su resplandor, la piel de Isabella escalofriante por tanta magnificación, nunca la había sentido tan hermosa.

Aquella esfera, “La luna de sol” brillaba intensamente junto con la luna como una sincronía, Isabella se sorprendió pues la esfera estaba brillando más de lo normal.

Necesito contarle esto Nauru ¿pero cómo? –Pensó Isabella un poco perturbada-

El hoyo se abre y junto a él un hombre.

¡David! –Sorprendida- ¿Qué haces aquí? –Decía Isabella realmente extrañada-

Nauru me había dicho que viniera por ti –Decía David sin mirar a los ojos a Isabella; un poco distraído-

Ah… claro, pues, yo justamente quería regresarme allá porque me paso algo muy extraño la esfera comenzó a brillar mucho mas y… tuve un sueño muy raro en el que no sabría explicarte –Decía Isabella un poco alterada-

Eso se lo deberás preguntar a Nauru, mientras nos sirva estará bien; aunque algo viniendo de ti… -Decía David con una mirada indiferente-

¡Pero que dices! Que la esfera este brillando aun mas, puede ser por algo… recuerda que esto lo dejo Dánae –Decía Isabella con un tono alto-

Sierto… entonces no perdamos tiempo, hay que averiguar que nos quiere decir Dánae –Decía David con una mirada pensativa-

domingo, 17 de julio de 2011

La voluntad de Dánae (5to capitulo)

David estaba tan pensativo en todo, seguro que pensaba en Dánae y como la rescataremos con tan solo mis fuerzas, ya que Dánae tenía mayores poderes.

Aun no entendía como con un hoyo negro llegábamos a tan hermoso paisaje ó directamente a la humilde casa de Nauru.

¡Nauru! que felicidad volverle a ver –Decía Isabella con una gran sonrisa-

Isabella, a mí también me da gusto… -Decía Nauru un poco distraída-

¿Qué tiene anciana nauru? la noto un poco extraña -Decía Isabella con un tono de curiosidad-

No te molestes en preguntarle Isabella, ella siempre es extraña –Con seriedad en su voz– Tu deberías preocuparte por cómo saber utilizar tus poderes, así no serás tan inservible en las batallas –Decía David molesto-

Con esas palabras, David se retiro del lugar en que estaban Nauru e Isabella.

¡No lo soporto! –Decía Isabella molesta-

Tranquila Isabella, talvez se sienta resentido por la decisión que tuvo que hacer… de si salvarte o salvar a Dánae –Decía Nauru tratando de tranquilizarla-

Pero no es de ahora, es de siempre -Decía Isabella con una mirada triste-

Ya te había dicho que David no tiene tanta confianza en las personas a excepción de Dánae claro está, puede ser por el parecido que tienes con Dánae y se siente un tanto incomodo cuando esta cerca de ti –Decía Nauru pensativa y mirando directo a Isabella-

Ah… ¿incomodo porque me parezco a Dánae? –Pensó isabella sorprendida- Sabe que Nauru, David tiene razón en algo, debería preocuparme por cosas importantes como manejar mis fuerzas cuyas habilidades no he aprendido -Decía Isabella entusiasta–

Tiene los mismo ojos que Dánae, hasta podría decir que el mismo cuerpo frágil y delicado, esa actitud valiente y altanera –Pensó mientras miraba directo a Isabella- ¡Tus habilidades! Sierto necesitas aprenderlas, ve con David precisamente el te ayudara con algunas –Decía Nauru un poco distraída-

Con David… -Pensó incomoda- Okey Nauru, haré lo mejor posible –Decía Isabella con una pequeña sonrisa-

Grandes árboles habían en todos lados, verdoso y un cielo que nunca nublaba. En el camino de todo eso pude percatarme de que David se sentía solo cuando lo miraba desde lejos.

David… Nauru me dijo que tu podías ayudarme aprender algunas… -Sin isabella poder terminar-

Cuando miro tus ojos, recuerdo los de Dánae… -Decía David mirando fijamente los ojos de isabella y sonrojado le toca la mano-

David… –Decía Isabella apenada y sorprendida-

Pero tú no eres ella… –Pensativo mientras quitaba su mano bruscamente de Isabella- necesitamos recuperar a dánae –Decía David con pocas palabras y un tono de rabia-

Es claro que David quiere mucho a Dánae -Pensó– Claro… ¿pero cómo? No sabemos nada –Decía Isabella después de un suspiro-

No es tan difícil percibir el olor de Sidekick… mi padre, Lo repugnante que es, se siente desde lejos –Decía David con una mirada distraída-

¡David!, ¡David! Eso fue lo que se escucho con la voz de Dánae, pero no había pista de que ella estuviera cerca de nosotros ya que al percatarnos de esto, nuestras miradas volteaban a todas partes.

Dirigiéndose a donde se escuchaba más fuerte su voz, se encontraron sorprendidos ya que Dánae estaba siendo amenazada en manos del padre de David, el que siempre estaba tapado con una capa oscura, una voz gruesa y misteriosa, con un olor que se percibía desde muy lejos ese era el padre de David, llamado Sidekick.

Dánae estaba casi desnuda, solo su largo pelo que tapaban sus pechos y sus manos que tapaban la entrepierna; David tenía una mirada de odio hacia su padre, de tan solo pensar que había pasado.

David… ¿Por qué esa mirada fría hacia tu padre? No le hice nada, tan solo quise que cayera en cenizas más rápido, y con la ropa serian unos segundos más lento ¿no crees? –Decía Sidekick con un tono de risa-

¿¡Qué le hiciste a Dánae!? Te juro que la pagaras –Decía David sin quitarle la vista de odio a su padre-

Quiero hacer un trato contigo, dame a esa muchacha que tienes al lado… yo te entregare a Dánae –Decía Sidekick con una mirada fija a Isabella-

¡Ah! como, pero si Dánae es más fuerte que yo, para que me quieren a mí –Pensó Isabella extrañada-

¡Que! –Pensó impactado David- ¿Que pretendes hacer con ese intercambio tan incoherente? -Extrañado- ¡De igual manera no te la entregare y tampoco te quedaras con Dánae! –Decía David mientras se dirigía a rescatar a Dánae-

El impulso de David fue de tanta rabia al ver la situación en que se encontraba Dánae, ira en su rosto y una batalla contra los esclavos que de por notado serian capases de comer carne humana ya que estaban en los huesos y las costillas se podían ver; eran personas que por alguna razón protegían al padre de David.

No ataques David, yo me quedare con el –Decía Dánae en tan pocas palabra y con los ojos cerrados de indignación-

Todo quedo perplejado, hasta los esclavos quedaron abajo por orden de Sidekick, cuando David se percatado de esto, el quedo sorprendido por las palabras de Dánae.

Dánae… ¡no te dejes manipular! Tú debes… –Decía David sin poder terminar de hablar-

¡David ya! Te dije que… me quedare con el –Decía Dánae con un tono fuerte, aunque en su mirada se veía lo contrario-

David creo que tu mujer decidió quedarse conmigo… ¿Qué harás al respecto, te unirás para matarle? -Decía Sidekick con seriedad en su tono-

Tu falsedad me aborrece, no creo en lo que dice Dánae, todo es una manipulación tuya -Decía David de una forma tan segura-

¡David porfavor, no abandones a Isabella es tu única esperanza! –Grito Dánae-

¡Dánae, tampoco te dejare a ti! –Decía David con fuerza-

Es como si yo tuviera la culpa de todo, pero tengo que ser fuerte si quiero vivir –Pensó Isabella con tristeza-

Dánae, teniendo la oportunidad de estar con tu amado prefieres que se quede ahí con ella… muy bien así será ¡pero tú te irás conmigo! –Con un tono molesto- Y la próxima vez que te vean será para destruir a tu propio amor -Le dijo sidekick a Dánae-

¡No lo permitiré! –Decía David mientras contra todo, iba a salvar a Dánae-

Nuevamente, sidekick y Dánae desaparecen en un resplandor de luz, pero David se enfrento contra varios de los hambrientos esclavos.

¡Vuelve aquí cobarde! –Grito David con desesperación, y con esta misma fuerza destrozo con su espada aquellos esclavos de su padre-

David con aquella espada llena de sangre y dolor se arrodillo bruscamente en el piso, lagrimas caían de sus ojos sin remedio.

Esta es la primera vez que veo a David llorar, ¡y me siento tan inútil en este momento! –Pensó isabella con tristeza mientras abrazaba a David para consolarlo-

A pocos momentos después de este episodio tan triste, Isabella se percato que Dánae le había dejado en el piso una esfera con una presencia poderosa, que era muy parecida a la luna rojiza de aquella vez en que se había asomado a la ventana, y se dio cuenta que esa era la misma luna de sol.

lunes, 11 de julio de 2011

El regreso de Isabella y la aparicion de David (4to capitulo)

A David le habían pasado las peores cosas que le podían pasar a alguien, su frialdad y comportamientos hacia las personas; talvez porque pensó que a nadie le importaba… odia aquellos que sean semejantes a él, y aun así ama a Dánae.

¡Dánae! Tenemos que hacer algo para salir de aquí –Decía Isabella con preocupación-

Este campo de protección no nos dejara, a menos que… -Decía Dánae pensativa–

Dánae, ¿a menos de que? –Preguntaba Isabella intrigada-

Isabella yo reuniré mis fuerzas y se quitara el campo, tu corre ayudar a David; no olvides lo que te dije –Decía Dánae con un tono fuerte-

¿Y a ti que te pasara? –Pregunto Isabella- ¿no olvides lo que te dije? creo que entiendo, se refiere a que sea fuerte –Pensó Isabella un poco extrañada-

No te preocupes por mí -Decía Dánae en tan pocas palabras-

Dánae uso gran parte de sus fuerzas para quitar aquel campo que tenían protegiendo las cuevas, pues ella se veía afectada y débil; desprotegida, así quedo en ese momento dánae para poder luchar contra tal malhechores.

¡Ah, Dánae se están acercando a ti! –Gritaba Isabella–


David se percato de esto, pues cuando iba a ayudarla vio que Eduard su hermano lo impedía.

Te preguntaras porque justo en este tiempo pensábamos en atacarlos, pues, la razón es aquella muchacha… mi padre las quiere a las dos juntas para utilizarlas como trofeo, piénsalo, Te hago un favor ¡haber si de una vez te olvidas de tanta estupidez! –Decía Eduard con tal seriedad–

Varios monstros querían a Isabella, pues con su fuerza no pudieron, pero eran tantos que esta misma no pudo con todos.

¡Ah! –Gritaba Isabella con miedo-

David no tuvo opción de quien salvar, si Isabella que podía ser una forma mucho más rápido ó Dánae quien estaba en manos de su padre y un poco más alejado.

¡David salva a Isabella! yo estaré bien -Decía Dánae que con una lagrima salída por tal dolor–
Dánae… -Pensó David sorprendido-

¡Ah, David! -Gritaba Isabella mientras lágrimas caían del pensar que moriría en ese momento.

Pues David a esta reacción de Isabella, tuvo el instinto de ir a salvarla.

Cuando David fue con todas sus fuerzas a rescatar a Isabella, Eduard quien la tenia… escapo en un resplandor de luz.

¡Isabella! ¿Estás bien? –Decía David preocupado-

Sí, pero Dánae no… –Decía Isabella con una tristeza en sus palabras-

Ya era muy tarde para salvar a Dánae, ella había desaparecido… solos sus lágrimas que habían quedado en el aire, un silencio que enfriaba y miradas que quemaban aquel hermoso paisaje.

Lo… lo siento David –Decía Isabella mirando a David con mucha lástima-

Isabella no recibió respuesta de David, pues lo mejor era que fuera con Nauru. Quería irse y olvidar, era lo único que pedía.

En el camino ya ni un hermoso horizonte pudo alegrar los ojos de Isabella.

¡Nauru, Nauru! –Gritaba con angustia Isabella-

Hija… cálmate, ¿que necesitas?, ¿estás herida? –Decía Nauru preocupada-

No, herida no… pero necesito volver de donde vine –Decía Isabella-

Claro… te dije que podías ir y volver cuando quisieras así que, cierra tus ojos déjate llevar –Decía Nauru mientras proseguía abrir aquel hoyo que la trajo a este mundo-

Los recuerdos vinieron a mi mente, el hoyo que me transporto a este mundo desconocido que ahora conocido no puedo escapar, ese era mi destino.

Al entrar en el hoyo, y aparecer en mi cuarto fue como si no fuera pasado nada en el recorrido de este tiempo que no había estado aquí.

¡Isabella! hija… -Decía la mama de Isabella con un abrazo y lagrimas en sus ojos-

¡Te extrañe mama! tenía miedo, pensé que no te vería nunca más… -Decía Isabella llorando-

Mi mama no me había reclamado nada, ella entendía que como era mi obligación… la tenía que cumplir.

Me siento demasiado cansada iré a dormir, gracias por tu apoyo -Decía Isabella con un bostezo-
Estaba en mi cuarto, me asome por la ventana y en vez de ver aquel patio seco, vi el hermoso paisaje del otro mundo.

¡Ay no! debo dejar de pensar en eso y… dormir –Pensó Isabella-

Corría, corría y corría ¡no hallaba el fin de aquel túnel, y de pronto un hombre muy extraño!
¡Ah! –Gritaba con euforia Isabella-

¡Ah! –Grito David mientras se caía de la cama-

¿Qué haces aquí David? –Pregunto Isabella alterada-

¡Oye! ¿Por qué gritas? No soy tan horrible… -Decía David extrañado-

Eh… perdón –Apenada- ¡es qué apareciste de pronto en mi cama! –Decía Isabella mientras se tapaba con la sabana-

¡Solo vine a buscarte! Seguro que pronto mi padre atacara, y sin ti ó bueno sin tus fuerzas no puedo proteger solo a todo aquel mundo -Decía David incomodo-

David… -Extrañada- está bien –Con una pequeña sonrisa- ¡Aunque no entiendo porque a esta hora! –Decía Isabella molesta-

Lo que al principio fue un sueño, despues un hoyo… ahora es un destino sin poder retroceder.