miércoles, 3 de agosto de 2011

La primera prueba de Isabella (8vo capitulo)

La mejor forma de hacer las cosas es sintiéndolo y David logro hacerlo gracias a Dánae, talvez hoy sea un día diferente y no todo dependa de mi solamente ya que Dánae ha vuelto.

¡Isabella! está listo el desayuno –Grito– Oh, ya estás en la mesa, ahora aquí pararse temprano se hiso constante –Decía Nauru un poco extrañada-

Em, en realidad es que ayer no comí bien y… -Apenada- ¿Cómo que se hiso constante? -Decía Isabella con curiosidad-

Ya me parecía raro tanta tempranería, y bueno lo digo por David y Dánae que fueron a recolectar frutas de los arboles mucho más temprano –Decía Nauru con un sonrisa-

Ah, ¿yo podre devolverme a mi hogar? –Pregunto Isabella con entusiasmo mientras se servía un plato de comida-

Lamentablemente no… necesitas conversar con Dánae, pues, necesitas saber algunas cosas esenciales –Decía Nauru pensativa-

Está bien Nauru, hare lo posible –Decía Isabella con un suspiro-

Personas que trabajan para poder vivir y mantener a su familia, pero talvez no sepan lo que en realidad procederá en este mundo.

¡Isabella, que gusto que hayas pasado por aquí! si venias hablar con david el está recolectando frutas… -Decía Dánae con una sonrisa emprendedora–

No… a él no, alcontrario de eso vengo a hablar contigo –Decía Isabella con una sonrisa-
Que bueno que quieras hablar conmigo, porque ese también es uno de mis deseos en este momento -Decía Dánae con una voz firme-

¿Qué quisieras hablar conmigo? Lo que nos puede unir en este momento seria las habilidades que tengo que aprender –Decía Isabella extrañada-

De eso te quiero hablar… de algo más que nos une y de tus habilidades –Decía Dánae mientras sentaba a Isabella en el piso verdoso junto con ella-

Algo más que nos une… –Pensó Isabella sorprendida-

Hablo de luna de sol… de la esfera que traes contigo siempre, el padre de david la quiere por sus grandes poderes ya que fue un regalo de tu padre Isabella… para protegerte.

¡Mi padre! –Pensó Isabella impactada-

Tu padre fue un gran guerrero y formulo esa esfera, pero no la tenias directamente ya que quería protegerte en aquel mundo, pues, por ser parte de tu hermana me correspondía guardarla –Contaba Dánae mientras le mostraba en la mano de Isabella esta esfera-

¿Y que tendré que hacer con esta esfera? –Decía Isabella pensativa-

Yo te ayudare con tales habilidades… Ven te mostrare tu primer obstáculo para vencer –Decía Dánae con entusiasmo-

¿Ahora mismo? –Decía Isabella preocupada-

¡Llegue! Ahora si Isabella… veamos de que puedes ser capaz –De pronto decía David con en manos unos pañuelos-

¿Pañuelos? –Pregunto Isabella confundida-

Si pañuelos… lo que necesitabas Isabella –Decía Dánae mientras rosaba su mano con la de David-
Bueno, estoy preparada díganme que tengo que hacer –Decía Isabella con un entusiasmo aun confuso-

Un lugar que no había visto a simple vista, como montañas que se ocultan entre ellas mismas y grandes...

¿Huevos gigantes? Que clase de broma es esta -Decía Isabella impactada por lo que veía-
Es mejor que hagas silencio si no quieres despertar a todos los huevillos dormidos, solo necesitas al más grande y… matarlo –Decía David murmurando-

Y… ¿que tipo de huevos son? –Pregunto Isabella extrañada-

De mujeres lagartijas, solo el más grande claro los otros son mucho más indefensos por decirlo así… –sonrisa- tranquila si mueres en este lugar, yo mismo organizare todo para tu despedida –Decía David con un tono de risa-

No entiendo la risa -Molesta- ¿Qué quieres decir con “por así decirlo”? sabes prefiero no saberlo, ¿y como con la luna de sol la destruiré? -Decía Isabella confundida-

Muchas preguntas Isabella… acércate a ellos, ¡ve! –Decía Dánae mientras se retiraba del lugar-
¿Iras a descansar? –Le pregunto David a Dánae-

Sí, creo que me alejare un poco de esto –Decía Dánae sin voltear atrás y camino adelante-

Isabella ve… yo estaré a tu lado si te pasa algo, no es tan difícil vencer esa lagartija –Decía David pensativo-

David… -Sorprendida- Docenas de huevillos, pero el más grande estaba a lo lejos del horizonte –Pensaba Isabella mientras miraba a la dirección en que se encontraban-

David me decía que estaba conmigo, pero en realidad yo sola tenía que enfrentarlo.

Lento y silenciosos pasos a seguir para lograr acercarme a la gigantesca lagartija, que a pesar de que no había nacido y estuviera protegida por una cascara, tuve que envolverla con los pañuelos para que de esta forma se calentaría y despertara rápidamente.

Después de segundos pude oír como la cascara se quebrantaba. Me asuste y aleje de ese lugar, pues, me oculte al lado de uno de los huevillos…

¡Se despertó repentinamente!, pero actuaba muy raro como si estuviera ciega ya que miraba bruscamente hacia los lados desorientada. Su cuerpo era largo, fino en la parte de su cola y de su boca brotaba un acido de color verde escandaloso.

Se dio cuenta de una presencia extraña en sus huevillos, tuve que suponer que esa presencia extraña era yo ya que había invadido en su espacio, por eso decidí alejarme hasta saber que podía hacer con la luna de sol… aunque dude en utilizarla y tratar con los poderes sobrenaturales que tenia.

Ya era inevitable, tenía que correr huevillo entre huevillo. Se acercaba rápidamente y el miedo había invadido mi mente y no podía pensar bien mis movimientos, pero insistía en que a esa lagartija le pasaba algo.

Una gigantesca porción de saliva de la boca de esa lagartija fue tirada al azar en el aire, pues, esta se dividió en todo el espacio que se encontraban sus propios huevillos. Su cascara había protegido estos huevillos, en cambio en mi mano fue herida fuertemente y quemada, instintivamente david se acerco a mí para ayudarme.

¡Esta lagartija era ciega, veo que no puedes hacer nada sola! –Decía David con una leve molestia-

Perdo… –Sin Isabella poder terminar sus palabras-

¿Todo esto para…? Por culpa de tu miedo estas herida... en la mano –Decía David con tal seriedad-

David decidió alejarse con Isabella entre manos de ese lugar. Total que este fenómeno solamente quería cuidar a los huevillos y estos mismo despertaron e interrumpían el paso de Isabella y David.

Se preocupo por mí… talvez simplemente porque me necesita, o bueno necesita de dánae también –Pensamientos de Isabella en el transcurso de proceder a retirarse-

Malditos huevillos, no puedo moverme con tanta facilidad… Isabella tendrás que caminar pero con cuidado, no quiero que te hieras mas –Decía David mirando fijamente a Isabella-

De pronto sentía fuerza. Fuerza de que David me haya alentado de esa forma y sentía necesidad de hacer algo bien.

¡David detente! –Grito Isabella-

David se quedo sorprendido, mientras que Isabella fuertemente detuvo sus pies y frente a ella Luna de sol con su brillo paralizo el lugar y envolvió las manos de Isabella en sangre, así, envolviendo a esta misma quedando Isabella perplejada por esta acción… Esta sangre se desplego de la esfera y como una lluvia acida derritió todo que estuviera a su alcance incluyendo a la gran mujer lagartija.

Esto debilito a isabella pero indudablemente fue un acto de valentía.

Isabella, que gusto que hayas llegado ¿Cómo te fue? –Decía muy contenta Nauru-

Le fue bien, creo que algo tuvo que aprender de tal influencia como yo ¿no? –Decía David presumiendo–

Si, y tu gran optimismo al principio ¿no? –Decía Isabella mirándolo con palabras de doble sentido y gran expresión-

¿Y Dánae? –Pregunto David mientras miraba hacia los lados-

De pronto, la sutil puerta se abrió conjunto a una leve brisa. Dánae corrió abrazar a Isabella, sabía que lo había hecho bien.

Oye ¿Por qué te pones así? No fue tanto lo que hice –Decía Isabella con una gran sonrisa-

Jaja, por supuesto Isabella –Decía Dánae con sentimientos muy alegres-

Irónico ¿no? Yo pensando al comenzar el día… que hoy no sería un día especial para mí.

domingo, 31 de julio de 2011

El reencuentro (7)

Sin pensarlo dos veces nos devolvimos a encontrarnos con Nauru y todo aquel lugar.

Después sentí cansancio caminaba más lento, pues, no había dormido bien por el sueño extraño que tuve.

Móntate en mi caballo… yo caminare –Decía David sin aun mirar a los ojos a Isabella, pero con una voz más dulce-

Isabella extrañada se monta en el caballo sin palabras…

Fue tan dulce que dejara que yo montara su caballo y el caminara tan largo paso hacia el lugar donde se encuentra Nauru –Pensaba Isabella mientras que con una mirada tierna miraba a David-
Un largo camino, sin más miradas y cruses de palabras.

Isabella, ya llegamos -Extrañado porque podía oír raros sonidos dentro del hogar de Nauru- Quédate aquí Isabella - Decía David-

¿Qué pasa David? –Pregunto Isabella mientras se acercaba a la casa de Nauru-

Su frágil cuerpo casi desnudo acostado en una camilla siendo curada algunas heridas por Nauru… era Dánae.

Que… ¿Qué le hicieron? –Pregunto David con tristeza en sus ojos y rabia al mismo tiempo-

No se David, la vi caminando sola, desgarrada y maltratada tirada en los prados, me di cuenta de lejos de esto y decidir acercarme… era ella –Decía Nauru con tristeza-

Una de las sensaciones más grande que he sentido en mi vida, la euforia.

Dánae trataba de pararse muy lentamente y con dificultad… cuando abrió sus ojos pudimos notar una leve diferencia, ya que estaban sin el mismo brillo llamativo y una mirada perdida.

David… ayúdame a levantarme, quiero estar a solas contigo -Decía Dánae sin poder respirar bien; mientras trataba de pararse-

Ah… está bien Dánae, si eso es lo que pides lo cumpliré –Decía David con un tono de voz bajo; mientras la ayudaba a levantarse muy delicadamente-

Había vuelto, y no sé porque sentía como algún tipo de tristeza… aunque al mismo tiempo felicidad porque volvió y todo será mejor –Pensó Isabella-

Se fueron alejando poco a poco a lo oculto de los arboles.

Yo me quede sentada al lado de Nauru, estábamos sin cruzarnos palabras y miradas. Lo que pensaba era como Dánae apareció repentinamente.

Nauru, ¿Qué cree que hacen ellos? –Decía Isabella pensativa; tratando de quitar el silencio absoluto-

Oh, no lo sé Isabella… pero puedes averiguar ya se está atardeciendo y con el estado que se encuentra dánae es mejor que descanse –Decía Nauru mientras bostezaba-

¡Claro! yo voy –Decía Isabella con intensiones de curiosidad-

Isabella se acerco lentamente, no quiso interrumpir bruscamente su reencuentro. Entre tantos arboles pudo oírlos hablar por eso espero atrás de uno de estos.

Pude notar que estaban abrazados, Dánae tenía una mirada muy rara…

Ya que después de unos segundos no escuche que seguían hablando pude asomarme y en eso estaba Dánae con un cuchillo a punto de atravesar a David por la espalda.

¡David, voltéate! –Grito Isabella con desesperación-

Isabella ¿Qué haces aquí? –Decía David extrañado-

Segundos después David se percato de lo que pasaba y empujo a Dánae, este recibió una cortadura en el brazo por el cuchillo que cargaba Dánae.

Dánae se vio levantada de una forma muy rara, pues, sus pies no tacaban el piso, su mirada estaba hacia abajo y sus brazos sin fuerza.

¿Por qué hiciste eso Dánae? –Pregunto Isabella extrañada y con un tono de molestia; mientras se acercaba a ella-

Este títere que hice de Dánae es tan basura… así como tú David –Una voz de los tantos arboles-
¡Eduard, dime donde tienes a Dánae! –Decía David con rabia; mientras que sacaba lentamente su espada-

De pronto el títere que tenía el parecido con Dánae se esfumo.

Con gusto David, te mostrare a la verdadera Dánae –Decía Eduard mientras salía de la oscuridad de los arboles-

Parecía desmayada con los ojos entrecerrados, decaído todo su cuerpo y sangre en la ropa que cargaba.

Por segunda vez David, el intercambio entre Isabella y Dánae es lo único que necesito para dejarlos en paz ¿no es eso lo que quieres? –Decía Eduard–

Isabella fue manchada con gotas de sangre de Dánae ya que se encontraba relativamente cerca de ella.

¿Intercambio? –Se pregunto a si misma Isabella-

La luna de sol aparece en un resplandor de la mano de Isabella reflejándole lo que fue un sueño olvidado.

¡Mi sueño decía que esto era una trampa, y que la muerte de aquel hombre seria segura! –Pensó impactada- ¡no! David… no has de hacer caso a esas palabras maliciosas, estas son mentiras… el sueño que tuve se trataba de que esto fuera una trampa -Grito Isabella hacia David-

Que peculiar muchacha… tanta excusa para salvarse –Decía Eduard con un tono de risa-

Isabella, como veía que David estaba muy pensativo decidió actuar por sí sola.

Ser fuerte… grandes palabras de dánae –Pensó- ¡Yo lo haré también! -Decía Isabella con fuerza mientras con sus manos quitaba así a Dánae de Eduard-

Como un acido que derrite el hierro… eso paso al Isabella arrebatar de las manos de Eduard a Dánae.
¿Dánae estas bien? Reacciona… -Decía Isabella preocupada-

Que muchacha tan entrometida –Decía Eduard con furia mientras se acercaba a Isabella y Dánae-

David al percatarse de esto accede a ayudarlas, pero varios monstros de muchas formas y sentidos de la palabra horrible y repugnante se acercaban a él rápidamente con de sed de sangre, así, impidiéndolo.

Siempre aparecen esas cosas tan desagradables –Pensó Isabella mientras abrazaba a dánae-

Dánae abre levemente sus ojos y con su sangre revuelta al aroma de Isabella pudo lograr hacer algún tipo de campo protector que impidió el ataque de Eduard.

¿¡Qué es eso!? Dánae esta, yo mismo te las hare cobrar –Decía Eduard con molestia mientras se retiraba del lugar-

Los monstros que luchaban contra David fueron poco a poco destruidos y desangrados por toda la zona verde.

David limpio la sangre de esos monstros de sus manos para tocar las de Dánae. La sintió después de varios dias en su ropa, el olor a ella y su gran energía.

Isabella simplemente quedo a un lado, pero con tranquilidad de que no fue la muerte de algunos de ellos mismo.