martes, 26 de julio de 2011

Como un día normal (6to capitulo)

La función de aquella esfera que había dejado “olvidada” Dánae era un misterio; por su forma en el interior parecida a una luna ya que se podía observar una superficie rugosa e inestable, tenía un brillo escandaloso como su presencia en cualquier lugar, pero esta luna era diferente por su color, pues, este era rojizo.

Nauru le pidió a Isabella que regresara a su mundo de origen sin haber extendido explicación alguna, mientras que David no estaba a la vista, es decir, no se despidió de ella.

Había extrañado de mi mama y amigos, eran lo único que tenia. Cuando murió mi hermana y papa, estaba tan sola no tenia con quien compartir ni jugar, pero eso me hiso más fuerte –Estos fueron pensamientos de Isabella al momento que regreso de aquel hoyo-

¡Lista para el desayuno! Buenos dias mama -Decía Isabella contenta; gruñía su estomago-
Hija, que alegría que hayas vuelto -Decía la mama con una sonrisa-

Mama a mí también, pero, ¡tengo hambre! y llegare tarde al colegio hoy -Decía Isabella; buscando algo para comer-

¿Iras hoy al colegio? Explícame que pasó para que volvieras como si no pasara nada allá –Decía la mama extrañada-

Bueno… mama te explico después –Apresurada- Mi mama es de unas pocas, pues acepta mi destino en aquel mundo que a mis estudios en este -Pensó Isabella-

¿No hay remedio contigo, verdad Isabella? –Decía la mama; mientras le daba a Isabella su desayuno para llevar-

Te quiero –Como una forma de responderle- Gracias, adiós. –Decía Isabella de una forma rápida-

En los dias normales que Isabella proseguía ir al colegio y se topaba con Katherine ya que era el mismo camino a seguir (el colegio).

¡Isabella! –Con tal emoción- pensé que no te vería nunca más -preocupación- Guaco ha preguntado por ti –Decía Katherine mirando a isabella y con palabras de doble sentido-

¡Hola Katherine!, en realidad no pensaba en venir… -Con un tono de sarcasmo- Jajá, claro que no aquí estoy, volví –Sonrisa- ¿Guaco pregunto por mi? –Decía Isabella sorprendida y apenada-

Sabía que volverías por mí -Tono de risa- y si Guaco fue muy amable en preguntar –Sonrisa- Oye, te acompaño al colegio caminando, pues, el autobús que me transporta al colegio se daño, así aprovecho y te cuento que ha pasado en las clases –Decía Katherine –

Jajá, ¡estupendo! –Decía isabella con gran expresión en su rostro-

Un lugar como cualquier otro, pocos árboles mas edificios; de esto estaba rodeada Isabella, sonidos de autos, lugares cotidianos, ir al colegio era algo matutino.

Llegando al colegio.

¡Isabella, que bueno que volviste justo en un examen muy importante! ¿Cómo estás? -Decía Cindy; una de las mejores amigas de Isabella-

Bien –sonrisa- ¿¡Que!? Examen, no sabía… - Reacciono de pronto- creo que nadie se preocupo por decirme –Decía Isabella mientras miraba a Katherine fijamente-

¡Ay perdón Isabella se me había olvidado avisarte de este examen! - Decía Katherine con un tono de lamento-

¡Ahora que hago! –Pensó Isabella con desesperación-

Sonó el timbre de entrada.

Una hoja de examen, lápiz, borrador y una mente sin conocimiento de tal examen. Isabella se sentía frustrada ya que al ver a su lado todos contestaban con gran facilidad.

Al terminar el examen, con una cara de indignación tuvo que entregarlo al profesor y este no le vio con buena cara.

El día transcurrió en el colegio de una forma con poco ánimo, ya que Isabella era una buena estudiante y se sentía agobiada por la baja de nota que le pudiera producir este.
Al dirigirse al hogar de Isabella.

¡Isabella, espera! –Grito Guaco con una sonrisa-

Hola guaco –Decía Isabella con poco entusiasmo en su voz-

Me contaron que… habías salido mal en tu examen –Decía Guaco apenado-

No se ha de esperar más de Katherine y Cindy –Pensó- Si, pero fue porque tuve problemas y no pude estudiar para este examen –Decía Isabella apenada-

Tranquila isabella no te vengo a reprochar ni nada a lo que se le parezca, simplemente quise dejarte un detalle –Decía Guaco con una voz apenada y sonrojado; pues este regalo era una caja de chocolates-

¡Gracias! Eres muy amable por este detalle, y también por preguntar por mí cuando no estaba –Decía Isabella sonrojada-

Katherine y Cindy ¿no? –Pregunto Guaco un poco incomodo-

Si… -Decía Isabella Apenada-

Jajá, hasta luego Isabella – Decía Guaco con una gran sonrisa-

¡Claro! Nos veremos… –Decía Isabella olvidándose por un momento de todo con tal alegría-

El sol se oculta dejando paso a la luna, pero antes, un hermoso atardecer.

Al llegar Isabella a su hogar, no piensa más que en ir a su cuarto a descansar.

Isabella sienta cómodamente todo su cuerpo en la cama, sus hombros se relajan y se inclina a un lado la cabeza del cansancio.

La luna de sol es una esfera que tiene mucho poder, esto se puede percibir por su escandaloso brillo. Puede saber los más profundos pensamientos e inconcientes de las personas.

Decidir entre una y otra pareciera rutinario, es decir, la muerte de una seria la salvación de la otra, pues, esto es más que un fraude, una trampa para obtener a las dos… una emboscada y la muerte de aquel hombre será segura.

Se despierta Isabella perplejada.

Isabella no sabía porque entendía eso que en su mente perturbaba sus pensamientos.

Con una ventana al lado de la cama, fue inevitable encontrarse con tal manifiesto. La luna llena en todo su resplandor, la piel de Isabella escalofriante por tanta magnificación, nunca la había sentido tan hermosa.

Aquella esfera, “La luna de sol” brillaba intensamente junto con la luna como una sincronía, Isabella se sorprendió pues la esfera estaba brillando más de lo normal.

Necesito contarle esto Nauru ¿pero cómo? –Pensó Isabella un poco perturbada-

El hoyo se abre y junto a él un hombre.

¡David! –Sorprendida- ¿Qué haces aquí? –Decía Isabella realmente extrañada-

Nauru me había dicho que viniera por ti –Decía David sin mirar a los ojos a Isabella; un poco distraído-

Ah… claro, pues, yo justamente quería regresarme allá porque me paso algo muy extraño la esfera comenzó a brillar mucho mas y… tuve un sueño muy raro en el que no sabría explicarte –Decía Isabella un poco alterada-

Eso se lo deberás preguntar a Nauru, mientras nos sirva estará bien; aunque algo viniendo de ti… -Decía David con una mirada indiferente-

¡Pero que dices! Que la esfera este brillando aun mas, puede ser por algo… recuerda que esto lo dejo Dánae –Decía Isabella con un tono alto-

Sierto… entonces no perdamos tiempo, hay que averiguar que nos quiere decir Dánae –Decía David con una mirada pensativa-

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